Páginas: 718
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Argumento: Otro caso criminal para el inspector Linley y la sargento Havers.
Opinión y comentarios: Séptimo libro de la serie. En este caso investigan el asesinato de un famoso jugador de criquet, y la investigación nos llevará a conocer unas complicadas relaciones personales entre todos los implicados en el caso.
En esta ocasión la autora se centra mucho en la psicología de los personajes, y nos da algunos saltos hacia atrás en el tiempo para comprender las circunstancias que han llevado a algunos personajes a situarse en el punto en el que se encuentran en la historia.
Havers y Linley entrarán de nuevo en acción, con una investigación minuciosa, un arriesgado as en la manga por parte de Linley, una emocionante persecución que acabará en las aguas del Tamesis y más de las vidas personales de la sargento y el inspector.
Linley al final ha conseguido que Lady Helen acceda a su petición de matrimonio, y Barbara establece algunos contactos en su nueva vivienda con sus vecinos, aparte de tener una especie de movida con una nevera.
De nuevo nos muestra las grandes diferencia entre la clase social y los medios de vida del inspector y la sargento, y cómo poco a poco, dentro del respeto mutuo, se van acercando cada vez un poco más en empatia y entendimiento, involucrándose un poco mas entre ellos y construyendo una amistad mas allá del trabajo profesional.
Respecto al crimen, está muy intrigante hasta casi el final quién asesinó al finado, llegando hasta casi a creer el inspector que este será uno de sus fracasos profesionales y un caso sin resolver, pero al final la intuición sobre la psicología humana por parte del inspector, hará que el caso se resuelva tras una arriesgada presión de los hechos por parte del mismo.
Genial la historia y como sigue la progresión de esta saga.
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