Segundo libro de esta saga dedicada a la magia de la sangre. Según leí por ahí esta segunda parte flojeaba un poquito respecto a la primera, pero a mi me gustaron las dos. De todas formas si continúa la saga no creo que siga leyendo, ya tuve bastante magia de la sangre.
En este segundo libro, aun siendo una continuación cronológica de la primera parte, nos encontramos con otros protagonistas. Otra vez son un chico y una chica, y una historia de fondo de romance, aunque esta cobra una importancia secundaria y las escenas románticas, de por si, son casi inexistentes.
Estos libros son muy originales en lo que se refiere a historias de brujas, porque aquí la magia cobra un aspecto muy oscuro y las brujas son mas cercanas a la tradición antigua y no a esas historias nuevas tipo "Harry Potter". Aquí las brujas son de las que viven en cabañas aisladas en bosques antiguos, de las que preparan pócimas y encantamientos con sangre, entrañas de bichos y guarrerías parecidas, e invocan la magia de la madre tierra.
La magia es oscura, prohibida, y peligrosa.
Los personajes están geniales, muy bien caracterizados. Aparecen algunos personajes del primer libro, aunque cobran poco protagonismo, exceptuando a los cuervos, que en la primera parte tenían un papel fundamental y en esta segunda son el eje de la historia.
El final queda muy cerrado y francamente me gustó bastante como termina.
Por ahí quedan muchos personajes interesantes como para continuar mas historias de esta saga, aunque como yo dije, pese a haberme gustado los dos libros, no creo que de publicarse mas libros siga leyendo.
Con estos libros me ha pasado algo así como cuando algo te gusta tanto que no necesitas mas..
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