Este libro le compré porque me enamoró la portada. También las reseñas que leí por algunos blogs me convencieron para darle un intento.
Novela romántica ambientada a finales del siglo XIX nos situará en distintos escenarios: Madrid, La Coruña y el sultanato ficticio de Bankara, anclado en el imperio Otomano.
En general me ha gustado, aunque se me ha hecho algo empalagoso, ya que toda la acción se centra casi en exclusiva en la historia romántica y abundan mucho las escenas donde solo se habla de sentimientos. Todo esto añadido a la cursilería propia de la época, donde todo eran sutilezas en vez de ir directo al grano.
Debido a los distintos escenarios y situaciones he echado de menos algo mas de acción, de aventura, de intriga. En general era todo, incluyendo el final, muy previsible.
Destaco a los personajes, sus complejas personalidades, reacciones y sentimientos, muy bien conseguidos y adaptados a su época. Ahí la autora ha hecho una labor excelente de meterse en cada personaje, con lo cual la falta de acción se ve compensada por el interés que suscita el estudio de cada uno de los protagonistas de la historia.
Este libro tiene un predecesor, La hija del cónsul, que yo no me he leído, y aunque son historias independientes, se hace referencia en este segundo a algunos acontecimientos que pasaron en el primero, con lo cual, al menos a mi, me ha faltado algo de información, sobre todo no he llegado a entender mucho el tipo de la relación entre uno de los personajes, Jaime, y la protagonista.
En resumen, es una novelar romántica más, de la que yo destaco la personalidad arrolladora de los personajes. Recomendable para quienes les gusten las historias de amor con un buen final.
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