La primera norma que rompe este libro es la de la verticalidad, poniéndonos una portada horizontal.
¿El resto? Bueno, pues alguna norma si rompe aunque en general no tantas como promete la sinopsis.
En este libro nos encontramos a dos chicos conflictivos, con traumas importantes en su pasado, que acaban encontrándose y ayudándose
Desde el principio la historia me gustó, tiene algo diferente, no es la típica novela pastelosa de romance adolescente ni la típica novela de instituto con fiestas, drogas, borrachos y mucho sexo. Aqui hay una historia que nos ofrece algo mas.
Esta narrado en primera persona, solo que los protagonistas van variando. Alternativamente nos encontramos capítulos en los que habla Noah, y otros en los que habla Echo (Otra norma que se rompe, la originalidad de los nombres).
Los personajes están muy bien, los dos protagonistas tienen una evolución hacia la madurez importante, y vemos a través de las páginas como van tomando decisiones muchas veces complicadas, pero que acabaran llevándoles la estabilidad a sus vidas y a sus mentes rotas. Es interesante leer intercalado entre el diálogo también sus pensamientos.
Es un libro que por otro lado se lee bastante deprisa, la lectura es ligera y avanza a un ritmo adecuado.
Este libro en general ha gustado a medias, según leí por ahí. Pues a mi me ha encantado, incluso en algunos trozos me ha hecho soltar una lagrimilla. Empiezo a pensar que voy en contra de la corriente de la blogosfera porque ya me ha pasado muchas veces que cuando un libro gusta a mi me pasa lo contrario y viceversa (eso es tener opinión propia creo).
Por último pongo una frase que me gustó, realmente el libro tiene muchas que se podrían poner y que me parecen reveladoras, pero dejo esta:
"Porque madurar significa tomar decisiones difíciles, y hacer lo correcto no siempre significa hacer lo que mas nos apetezca".
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