Este libro me lo pillé de la Biblioteca un poco al azar y casi inmediatamente me arrepentí pensando que iba a ser un rollo infumable. Cual fue mi sorpresa al encontrarme un libro muy ameno y francamente divertido.
Simbad el terrestre, al que no hay que confundir con Simbad el marino, fue un manuscrito escrito hacia el siglo VIII y es uno de los clásicos de la literatura árabe del siglo de oro en Bagdad.
La versión que yo me leí, de la colección travesias de la editorial sirpus, consta del texto íntegro, traducido de los manuscritos originales por el sirio René R. Khawan, profesor y traductor de textos antiguos.
Simbad el terrestre nos cuenta una historia muy amena mitad cuento y mitad aventura épica, donde nos encontramos mucha aventura, amores apasionados de los de antes y muchas criaturas y reinos fantásticos.
Los personajes son geniales, derraman sus sentimientos de manera muy sentida y muchas veces se expresan por medio de la poesía. Me hizo gracia como ante una gran sorpresa absolutamente todos los personajes lanzan un gran alarido tras lo que proceden a desmayarse.
El libro se lee bastante rapidito, pues son pocas páginas, aparte de que quieres seguir leyendo y leyendo para ver que ocurre.
Considerado una de las obras maestras de la literatura de Oriente no tiene nada que envidiar a los relatos fantásticos de la actualidad. A mi leerlo me ha tenido muy enganchada y muy entretenida.
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