El arca sobrecargada. Gerald Durrell

Páginas: 249

Lo leí en: 9 días

¿Me gustó?: Sí

Argumento: Viaje del autor a la selva de Camerún para reunir especies de la región para zoos británicos.

Opinión y comentarios: Las expediciones de captura de animales salvajes para abastecer a los zoos eran corrientes en la época, pues todavía no existían criaderos, y capturar y obtener un animal de alguna especie determinada era toda una aventura.

Son los años 50 y Gerald Durrell parte con el naturalista John Yealland a la profunda selva de Camerun, lejos de las zonas mas civilizadas, y entrando en contacto con la parte mas salvaje del continente, para poder capturar las especies que buscan.

El libro está lleno de anécdotas y aventuras, contadas con el estilo lleno de humor del autor, donde la captura de un simple lagarto, se puede convertir en una serie hilarante de circunstancias hasta el desenlace final.

Pero hay algo mas allá de la emoción de la búsqueda y captura de las especies: sus cuidados y manutención posterior en condiciones adaptadas a cada especie, y ahí el autor se las ve y se las desea, peleando sobre todo con los nativos con los que muchas veces le cuesta hacerse entender.

Un par de cositas no me gustaron mucho, pero luego retrocedo en el tiempo y recuerdo que Gerald Durrell, al fin y al cabo, no puede escapar a algunos tópicos de su tiempo, y se le nota algunas veces en el trato hacia los africanos ese deje un poco paternalista o condescendiente hacia la población de raza negra, típica de la época del Colonialismo.

Los métodos de captura de las especies también son un poco "salvajes" en algunas ocasiones, y no siempre el bicho sale bien parado, ni los captores tampoco, todo hay que decirlo, que por otro lado salen con mordiscos, arañazos y magulladuras varias. En ese sentido el autor tiene la decencia de no dejar a sus subordinados el trabajo mas duro de campo, y es el primero que se pringa cuando hay que arriesgarse.

El libro en general me ha encantado, como todo lo que hasta ahora leí de este autor. Nos da a conocer muchas cosas de como se hacían en la época, y muchas especies autóctonas de la zona y sus cuidados. Me han gustado en especial los capítulos y las anécdotas relacionadas con las travesuras de los monos.

Espero leer pronto mas del autor, cuya bibliografía, por otro lado, es extensa.