Una amistad improbable. Abdel Sellou

¡Lo que me he reído con este libro! Estoy casi por calificarlo como de genero de humor, me ha sorprendido bastante, ya que esperaba, no se porque, una calidad literaria baja o un relato mas de lo mismo que en el libro de "Intocable".  Nada mas lejos de la realidad, el autor nos sorprende con un lenguaje rico, variado, y sobre todo muy ameno.
Yo diría y recomendaría este libro como imprescindible y complementario del otro, pues en este libro descubrimos al otro gran personaje de la historia llevada al cine, no al cinematográfico, sino a la persona real, a mi parecer mucho mas fascinante que el personaje ficticio.
"Fueron los editores los que se interesaron por mi. Conocemos a Driss y ahora queremos conocer a Abdel, me dijeron. Los puse sobre aviso: Puede que el morito regordete no sea tan simpático  como ese negro tan alto de la sonrisa profident..Les hizo gracia y no me creyeron, ellos verian"
Y vaya si vieron, no solo los editores, sino todos los que han podido disfrutar de esta lectura. En este libro si hay un relato cronológico de la vida del protagonista, a mi modo de ver muy bien estructurado, la primera parte, donde nos habla de su infancia y juventud y su época de delincuencia, quizas sea la menos interesante del libro, aunque sin duda ayuda bastante a conocer los principios de la historia de Abdel. Pero la segunda parte cuando ya entra de lleno en su relación con el Señor Pozzo y familia es simplemente genial, relatada desde el humor muchas veces y desde el corazón la mayoría.
A mi me ha encantado, no tanto la pelicula, como el leer los dos libros y descubrir esta historia conmovedora de dos personas tan distintas, socialmente condenadas a no entenderse y que terminaron siendo mas que amigos.
"Me puse al servicio de Philippe Pozzo di Borgo porque era joven, joven y gilipollas, porque queria conducir coches lujosos, viajar en primera clase, dormir en mansiones, pellizcarle el culo a las ricachonas y reirme de sus grititos escandalizados. No me arrepiento, ni de mis motivos de ayer, ni de lo que todavia soy. Pero mientras contaba mi vida en este libro he comprendido una gran cosa: acabé de crecer al lado del Señor Pozzo, con una gran S, una gran P y todo grande, desde la esperanza hasta las ganas de vivir, pasando por el corazón...Me ofreció su sillón como si fuera una muleta en la que apoyarme. Aun la utilizo."