Páginas: 386
Lo leí en: 4 días
¿Me gustó?: Sí
Argumento: Segundo libro de la saga, dedicado al hijo de la bruja mala de Oz.
Opinión y comentarios: Este es el segundo libro de una saga dedicada al mundo de Oz, donde los buenos básicamente siguen siendo buenos, pero los malos no son tan malos. Al menos Elphaba, la bruja verde malísima de la historia clásica, no lo era tanto, era una rebelde, eso sí, y este libro habla de su hijo y de lo que le sucedió después que desapareciera la bruja.
Elphaba ha muerto y Liir se encuentra sólo, con un montón de enigmas y respuestas por saber, gente a la que quiere encontrar y otros a los que quiere ayudar, tampoco sabe muy bien que hacer ahora con su vida, y sólo cuenta con la herencia de la escoba y la capa de la bruja y nada de talento mágico, aunque pronto descubre su habilidad para volar con la escoba de Elphaba y poder desplazarse así a gran velocidad.
Liir no es un personaje que enganche, ni que se haga querer, es mas bien anodino, muy inseguro, poco fiable en sus lealtades, con muchos cambios de personalidad y de ideas, en fin, muy distinto a su madre. Otra cosa que no me gustó del libro es que se haga tanta referencia a temas teológicos. El primer libro la verdad estaba genial, sobre todo por la personalidad de Elphaba. Este es una continuación digna, pero ni comparable con el primero. Eso sí, el final es bastante impactante.
La historia deja muchos frentes abiertos, no se si en los libros tres y cuatro se resolverán, y muchos enigmas aún por descubrir. Geniales estos libros que nos presentan un Oz diferente, nada que ver con un mundo maravilloso, sino mas bien cruel y bastante enrevesado.
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