Páginas: 636
Lo leí en: 15 días
¿Me gustó?: Normal
Argumento: El inspector Lynley encuentra un cadáver mientras pasea por la costa. Un nuevo caso de la serie.
Opinión y comentarios: Este nuevo libro de la saga no me ha gustado demasiado, es quizás el mas flojo de la serie que he leído hasta ahora. El inspector Lynley no está en lo mejor de sus facultades, pero pese a su renuncia, esta no ha sido aceptada, y se le considera de baja indefinida en su puesto de trabajo.
Quiere huír de todo y emprende un peregrinaje por los campos de Cornualles, pero el crimen parece que le persigue, y pese a querer dejar todo lo que concierne a su profesión, no puede evitar que su instinto policial salga de nuevo e involucrarse en la investigación.
En esta ocasión la autora nos deja un crimen sin resolver, donde todos parecen culpables y a la vez inocentes, con una confesión final que en el fondo no lo es, y la impotencia de no poder hacer una detención por la falta de pruebas.
Digamos que la autora nos presenta el crimen perfecto, el que no deja indicios de ninguna clase.
El libro está mas centrado en esta ocasión en la figura del inspector, en su relación de amistad con la sargento Havers ,y en el proceso que encaminará a Lynley para aceptar su pérdida y seguir con su vida, y a pesar de que no es de los que mas me ha gustado de la saga, está interesante como progresión de la historia.
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