Páginas: 304
Lo leí en: 2 días
¿Me gustó?: Muchooooo
Argumento: Jamie McCloone vive aislado en una granja con apenas amigos y atormentado por un pasado cruel.
Opinión y comentarios: Hacía mucho que un libro no me emocionaba hasta el punto de reír y llorar al mismo tiempo. La autora sabe combinar en esta historia situaciones muy divertidas y otras muy dramáticas.
La novela aunque es ficticia, tanto en situaciones como en personajes, está basada en unos hechos reales terribles, las privaciones, castigos y penurias que sufrieron muchos niños huérfanos en instituciones religiosas durante casi un siglo en Irlanda.
La crueldad de estos centros no fue desvelada hasta principio de los años 90 y el último de estos orfanatos, donde se obligaba a trabajar a los niños y donde sufrían privaciones y duros castigos, fue cerrado en 1996. Estos niños, la mayoría de madres solteras, eran considerados hijos del pecado y tratados como tales.
Volviendo al libro, nos encontramos una narración en dos tiempos, el del Jamie adulto y el del Jamie niño, un niño que ni siquiera tenía nombre, sino solo un número, el 86.
Los personajes son geniales y muy bien conseguidos. La historia, sin ser de esas que enganchan desde el principio, si va ganando página a página grados de interés cada vez mayores, hasta que llega el punto en que no se puede parar de leer.
El hombre en el olvido es una deliciosa mezcla de comedia, drama y crítica social, no solo sobre el niño que sufrió en el orfanato, sino también hacia el adulto en que se ha convertido, victima de risas y el desprecio de los que ven en él un burdo y un paleto al que rehuyen.
Una lectura preciosa, inolvidable, con un final de vértigo. Sus pocas páginas y redacción directa y simple lo hacen también rápido de lectura.
La edición, como poco curiosa, con tapas duras y los cantos en verde.
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