¡Debo decir que la lectura es la mejor diversión que existe! ¡Uno se cansa antes de cualquier cosa que de un buen libro! (Jane Austen. Orgullo y prejuicio)

jueves, 28 de agosto de 2014

Viajeras intrépidas y aventureras. Cristina Morató


Páginas: 214
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Argumento: Pequeños apuntes sobre mujeres aventureras y viajeras a lo largo de la Historia.

Opinión y comentarios: Este libro se compone de pequeños apuntes sobre varias mujeres que destacaron a lo largo de la Historia por su afán de viajes y aventuras.

Como explica la autora, no son todas las que fueron ni está todo lo que pasaron, sería interminable y larguísimo, pero si da una idea global de lo que supuso para estas mujeres en su época superar los convencionalismos y partir a la aventura.

 

Los primeros capítulos los dedica la autora a las misioneras, religiosas y peregrinas, que fueron las primeras mujeres en hacer largos viajes. Nos encontramos luego ya entrado el siglo XVI con la época de los navegantes, donde también hubo algunas mujeres viajeras, aunque la mayoría de las veces tenían que esconder su sexo para poder embarcar disfrazadas de hombres. Entre ellas hubo algunas famosas mujeres piratas.

Luego viene la época de las mujeres que viajaban por placer, para descubrir sitios exóticos, curiosamente España era considerado uno de esos destinos exóticos e incluso peligrosos, y no falto quien nos tildó a los españoles, como la viajera Frances Minto Elliot, de "Feos, corruptos, la gente mas estúpida del mundo y detestabes", en su libro "Diario de una mujer ociosa en España".


Sin duda lo mas interesante del libro de Cristina Morató, es la parte dedicada a las damas victorianas, estas señoras viajaban con todo el lujo, acarreando sirvientes, porteadores, muebles, libros, caballos, mulas, vajillas, y mil y un trastos mas, sin olvidar por supuesto el servicio de te. También veían imprescindible seguir vistiendo sus pesadas enaguas, medias, botines, faldas, corses y la inseparable sombrilla, aunque estuvieran cruzando un pantano, o como la señora de la portada escalando la piramide de Keops.


El capítulo final está dedicado a famosas aviadoras del principio del siglo XX y a algunas exploradoras de lo desconocido. No falta tampoco el capítulo dedicado a las que simplemente acompañaban a sus maridos y que acabaron destacando por méritos propios.

El libro, sin profundizar mucho en ninguna de las damas retratadas, si nos deja un esbozo, una sonrisa a veces, y por supuesto ganas de seguir leyendo e investigando mas sobre estas y otras intrépidas mujeres.

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