Páginas: 635
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¿Me gustó?: Sí
Argumento: Décimo libro de la serie dedicado a las investigaciones del inspector Lynley.
Opinión y comentarios: En esta ocasión los acontecimientos se retoman a partir de los sucesos del libro anterior, a la vez que se da una nueva investigación por unos asesinatos.
Barbara Havers ha sido degradada de sargento a detective, debido a la desobediencia a una orden directa de un superior, pese a que ello llevó como consecuencia la salvación de una vida. El inspector Lynley, contra todo pronostico, no la apoya, y hasta que él mismo no cometa el mismo error, aunque en su caso con un desenlace fatal, no se dará cuenta de que a veces saltarse las normas es inevitable.
En este libro tendrá mas protagonismo el detective Winston Nkata, a quien Lynley elegirá como ayudante al negarse a trabajar con Havers, pero al final Nkata y Havers formarán causa común contra el inspector, haciendo otra investigación por su cuenta y llegando a la resolución del caso.
Genial como sigue la serie de libros, mostrándonos unos policías muy humanos, con unas vidas que se complican cada vez mas, y que comenten a veces errores como todo el mundo.
Genial también la intriga y el suspense que crea la trama de la investigación policial, y como van saliendo a la luz oscuros secretos de los implicados.
Un acierto y un descubrimiento esta serie de libros, que además se leen muy bien, con una narrativa bien llevada y unos personajes con los que se empatiza y simpatiza.
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