De este autor me encantó el otro libro que leí publicado en esta misma editorial, por lo que tenía muchas ganas de leerme este cuando pudiera. La verdad no me ha defraudado, me ha gustado bastante, es un autor que me gusta mucho como escribe y como explica las cosas.
En este libro nos descubre un Muhammad desconocido, no habla de los hechos de su vida, sino de sus experiencias espirituales desde el punto de vista del chamanismo y con la objetividad de un estudio muy riguroso, en el que me ha sorprendido todo el material al que alude el autor de diversas fuentes.
Yo desde luego he cambiado muchas de mis ideas al leer el libro, en el sentido de que nos hace reflexionar de que las personas no deben ser solo juzgadas por sus hechos sino también por su mundo interior y las experiencias espirituales y emocionales que desarrollan. Muhammad no fue un político, ni un legislador, ni un guerrero victorioso como nos cuentan la mayoría de sus biografías, fue sobre todo un místico.
Pongo una frase que me gustó que resume el pensamiento que quiere transmitir el libro: "Jesus nos enseñó a amar, Buda a no sufrir, Muhammad nos enseña a tener un poder no en los demás, sino en nosotros mismos." El verdadero poder no es dominar a los demás, sino dominarse a si mismo.
En resumen, un libro que hace pensar, y que nos enseña mucho de la espiritualidad de un hombre que cambió los destinos de media humanidad. Leerlo ha sido muy interesante, y pienso que cualquiera que lo lea, musulmán o no, cambiará en parte su opinión sobre el profeta del Islam, desde luego yo lo he hecho.
El angel Yibril dijo: "Muhammad cuentale a tu pueblo todo lo que has visto entre los grandes signos y el poder de Allah" Muhammad dijo: "Yibril, me trataran de mentiroso y no me creeran". Yibril respondio: "¿Y que tienes que ver tu si ellos no creen?"
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