Este fue un regalo, así que le doy las gracias a la persona que lo hizo llegar a mis manos.
De prosa clara, sencilla, a veces poética pero sin rallar en lo subjetivo y con algún toque de sutil humor.
No es una historia especialmente complicada, ni llena de acción, es una historia sencilla, de personas sencillas, muy de estar por casa. Las rosas están presentes todo el tiempo, en un segundo plano, pero sin perder su protagonismo.
Se lee muy bien, los capítulos son cortos y la narrativa fluida, con el dialogo justo y las descripciones justas.
El protagonista es un chico en busqueda de una mítica rosaleda, al final encuentra mucho mas, encuentra el amor, la memoria de su madre, a una hija...
Los personajes me gustaron bastante, con sus miedos, sus inseguridades, el hermano autista, el padre anciano, el cura peliculero que es genial, las vecinas cotillas, el carnicero, en fin todos los personajes tienen un encanto especial y están muy bien caracterizados.
El final es algo ambiguo, dejando a la imaginación del lector la conclusión mas lógica.
En resumen: Una lectura preciosa.
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