El libro es, sobre todo, la historia de una madre y una hija. Dilly, la madre, ya anciana, rememora su vida desde la cama de un hospital donde espera a su hija. Emigró a América en los años veinte, allí se casó, y regresó a Irlanda. Su hija, Eleonora, se casó con un extranjero y ese matrimonio alejó a ambas mujeres, que, durante mucho tiempo, sólo pudieron relacionarse por correspondencia. Ambas tienen muchos secretos guardados que no han sido capaces de revelarse la una a la otra.El libro está narrado con un lenguaje poético precioso y las descripciones de los espacios y situaciones son muy hermosas. Es un libro que habla de sentimientos y relaciones humanas.
No me han gustado los saltos en el espacio y el tiempo. El continuo entremezclarse de muchas situaciones e historias te hace perder el hilo de lo que estas leyendo.
He tardado mas de lo que esperaba en leerlo ya que no es demasiado voluminoso, en mi opinión no es un libro que incite a seguir leyendo y su lectura, pese a ser bellísima, cansa por lo intrincado y excesivamente descriptivo.
El final me ha dejado fria, como a la hija que al final pierde a su madre sin haberla realmente nunca entendido.
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