No voy a Odiar. Izzeldin Abuelaish

Este libro me ha emocionado profundamente. Increíble la historia de este doctor palestino, una historia de superación y crecimiento personal, de esperanza, de perdón y de entendimiento.
Imprescindible leerlo para quien quiera entender lo que pasa entre palestinos e israelíes, pero no desde la perspectiva de las grandes esferas de la política ni de los tratados, sino desde las vivencias de la gente corriente.
El doctor Izzeldín no solo cuenta su historia, cuenta el dia a dia y las dificultades de vivir en Gaza, nunca habla desde el odio, nunca generaliza, no se escuda en el rencor, lo que intenta es crear puentes, encontrar soluciones.
Este doctor dedicó y dedica su vida  a lo que es su profesión, curar, sin importarle la procedencia de un paciente, para el todos los seres humanos son iguales, cuando el ejercito israelí asesinó a tres de sus hijas y una sobrina le preguntaron:
«¿Es que no odias a los judíos?’ ¿A qué judíos se supone que debo odiar?, contestó él. ‘¿A los médicos y a las enfermeras con las que trabajo? ¿A los que están tratando de salvar la vida a Ghaida y la vista a Shatha? ¿A los bebés que he ayudado a nacer? ¿A las familias como los Madmoony que me dieron trabajo y refugio cuando era un crío?’».
 «El odio es una enfermedad que impide la cicatrización y la paz», repite Izzeldin, contrario a «los interminables ciclos de venganza y castigo». «Esta catástrofe de la muerte de mis hijas y mi sobrina ha hecho profundizar mi creencia de cómo tender puentes»
De lenguaje claro y emotivo es un libro que engancha de principio a fín, hace llorar y emociona, y también nos da esperanza en poder construir un mundo mejor, un mundo que puede ser posible si existen personas como este doctor tan humano.
Este médico ha creado una fundación en memoria de sus hijas y para promover la educación y el progreso de las mujeres palestinas: 
http://www.daughtersforlife.com/
Aqui las imagenes que dieron a vuelta al mundo cuando el doctor Izzeldín llamó en directo a un periodista israelí amigo suyo, intentando encontrar alguien que le ayudara justo después del ataque a su casa.